
El cambio de época del que tanto se habla está sucediendo de un modo vertiginoso. Es un fenómeno global que viene de la mano de nuevos paradigmas que impregnan la economía y la política, la tecnología y la ciencia, el debate público y la comunicación. Es un planeta en el que las nuevas generaciones que protagonizan esta transición conviven con sus predecesoras en el marco de un paisaje tan confuso como desafiante.